El estudio de KPMG revela los avances y desafíos en la adopción de directrices de derechos humanos en las empresas, en su segunda edición, la Encuesta sobre Derechos Humanos en las Empresas – Impactos y Desafíos, elaborada por KPMG, analizó la madurez de las empresas en la incorporación de las directrices de derechos humanos.
Realizada entre septiembre y noviembre de 2024, la encuesta involucró a más de 120 profesionales de diferentes sectores económicos en cinco países de América del Sur. De éstos, Brasil tuvo la mayor representación (65% de los participantes), seguido de Argentina (15%), Venezuela (15%), Perú (4%) y Uruguay (1%).
Los datos muestran que el 97% de las empresas enfrentan riesgos relacionados a las personas, siendo los más críticos los asociados a terceros (79%), lo que indica que la relación con proveedores, prestadores de servicios y socios comerciales representa uno de los principales desafíos en la gestión de los derechos humanos.
Asimismo, el análisis muestra que el 76% de las empresas dice tener alguna política o directriz relacionada con los derechos humanos, ya sea un documento específico disponible públicamente (33%), una política divulgada internamente (9%) o como parte del código de conducta u otro documento más completo (34%).
También resultó positivo saber que más de la mitad de las empresas dispone de canales de denuncia . Sin embargo, los desafíos persisten. Cuestiones como los derechos indígenas y el impacto sobre las comunidades aún están poco explorados.
La evaluación de riesgos se puede mejorar: hoy en día, solo el 30% de las empresas realiza un análisis formal de riesgos en materia de derechos humanos. De este grupo de empresas, solo el 26% lo hace de manera periódica (anual o menor), en tanto que un 33% desconoce totalmente el proceso.
Algunas empresas adoptan medidas preventivas, pero carecen de alcance. A pesar de que el 61% de las organizaciones dispone de un código de conducta para proveedores, sólo el 12% ofrece formación para involucrarlos.
La asignación de recursos también presenta desafíos: el 37% de las empresas tiene un presupuesto específico para acciones en derechos humanos, pero un 37% no tiene asignaciones definidas, y el 26% restante desconoce la existencia de fondos dedicados para estas acciones. Metas claras e incentivos estructurados son esenciales para consolidar los avances en esta área.
El monitoreo de las prácticas en materia de derechos humanos es un punto crítico: aunque el 39% de las empresas monitorea a sus proveedores, el 43% no adopta ninguna estrategia al respecto, y el 18% de los encuestados ni siquiera conocen la existencia de este proceso.
También es necesario mejorar la transparencia en la comunicación. Si bien es positivo que el 43% de las empresas divulguen información sobre derechos humanos en sus informes de sostenibilidad, el 33% no publica ningún informe y el 16% no cubre el tema, lo que pone de relieve algunas lagunas en la rendición de cuentas.
Los canales de denuncia están ampliamente adoptados (el 83% de las empresas ofrecen medios para denunciar violaciones), pero el 23% son exclusivamente internos y restringen el acceso a terceros, comunidades y clientes.
En resumen, la encuesta muestra que la región tiene buenos indicadores en materia de políticas de derechos humanos, pero existen desafíos importantes que deben ser abordados, con mejoras en el monitoreo, la gobernanza y la transparencia .
El estudio indica que las empresas necesitan aumentar la integración de este tema en sus estrategias, estableciendo objetivos claros, asegurando recursos adecuados y fortaleciendo los mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas.
Vía: KPMG