Chihuahua, Chih.- Vivir con VIH o SIDA, sigue siendo una experiencia atravesada por desafíos legales, estigmas sociales y barreras para el acceso y respeto de sus derechos humanos. La Constitución mexicana en sus artículos 4to y 1ero, garantiza el derecho a la salud y prohíbe cualquier forma de discriminación, sin embargo, existen estigmas y prejuicios alrededor de este grupo poblacional.

Imagen: Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Veracruz
La Encuesta Nacional de Discriminación (ENDIS 2022) arrojó que, el 28.7% de las personas encuestadas consideran que “convivir con personas que viven con VIH siempre es un riesgo” y el 34.8% no estaría dispuesta a rentarle un cuarto de su casa a quien viviera con esta condición.
La discriminación como se observa, permea en diferentes aspectos de la vida. Aunado a lo anterior, el 47.7% afirmó que no estaría de acuerdo en que su hija o hijo se casara con una persona que tenga dicho diagnosticado; mientras que en el ámbito laboral, 14.6% de la población no estaría de acuerdo en contratarles.
La Infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ataca el sistema inmunitario, y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), es la fase más avanzada de la enfermedad.
En la Ciudad de México (EDIS 2021), 75.7 % de la población percibe discriminación hacia personas con VIH mientras que, en contextos como Chihuahua, enfrentan discriminación laboral, educativa y en acceso a servicios de salud. Existen personas que han sido despedidas, excluidas o víctimas de violencia institucional simplemente por su estado de salud.
¿Y las mujeres?
Existen características que al sumarse, agravan o dan pie a discriminaciones más complejas, a eso se le llama interseccionalidad. En el caso de las mujeres se reportan situaciones específicas como, “la negativa que decidan de manera libre y responsable sobre su maternidad y, en caso de que deseen embarazarse, a recibir el tratamiento profiláctico que previene la transmisión perinatal, así como a antirretrovirales durante la gestación y el parto, y a acceder a sustitutos de la leche materna por 6 meses siguientes al parto” (CEDH de Nuevo León).
En México, han sido reportados casos de esterilización forzada, por lo cual se considera que dentro de la legislación que protege a este grupo poblacional se encuentra lo propio respecto al tema. El Código Penal Federal en su artículo 199 quintus, señala que, “comete el delito de esterilidad provocada quien sin el consentimiento de una persona practique en ella procedimientos quirúrgicos, químicos o de cualquier otra índole para hacerla estéril”.
¿Y las niñas y los niños?
Las niñas y los niños con VIH tienen derecho a servicios de salud, educación y asistencia social en igualdad de circunstancias, así como al respeto del resto de sus derechos humanos.
En 1986, se diagnosticó el primer caso pediátrico en nuestro país, según señala la Guía de manejo antirretroviral de las personas con VIH y el tratamiento y estudio de dichos casos, ha permitido que mejore su calidad de vida, una disminución de las infecciones oportunistas y un adecuado desarrollo psicomotor.
Derechos humanos y VIH
Las personas independientemente de su edad, condición social o cualquier otra característica, gozan entre otros, de los siguientes derechos:

Imagen: Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihuahua
Vía: Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihuahua