El desplazamiento humano es tan antiguo como la historia misma, sin embargo, existen regiones como el municipio de Guadalupe y Calvo, en el estado de Chihuahua, donde este fenómeno responde a la necesidad de sobrevivir. El libro “Defendiendo mi cuerpo, mi alma y mi territorio”, recoge el testimonio de mujeres indígenas ódami, que han sido forzadas a abandonar su tierra a causa de la violencia y el despojo.

La obra escrita por Catalina García Ruíz y Bertha Alicia Rivas Vega, visibiliza una realidad brutal: la de comunidades indígenas que han visto su territorio invadido por el crimen organizado, con fines como la tala ilegal de árboles o el cultivo de enervantes como marihuana y amapola. Frente a ello, las autoras se convierten en cronistas de la resistencia, dando voz a quienes pocas veces son escuchadas.

“Muchas de estas historias de desplazamiento difícilmente llegan a ser conocidas. Solo salen a la luz cuando alguien les sigue la pista, cuando alguien les da la importancia que merecen”, señala Nelsy Aída Requena Yáñez en el prólogo del libro.

Más que un testimonio, el libro es un acto de dignidad. En sus páginas, las mujeres ódami revelan una relación profunda y espiritual con la tierra, que trasciende la visión utilitaria. “Ellas resignifican el territorio, no sólo como fuente de alimento, salud o vivienda, sino como vida misma”, escribe Requena Yáñez. En cada palabra se siente el arraigo, la resistencia y el dolor de una cultura amenazada.

A pesar de los constantes riesgos, muchas de las protagonistas han alzado la voz. Algunas incluso han denunciado ante las autoridades, pero han sido silenciadas mediante amenazas. La impunidad ha sido, para muchas, una segunda condena.

“Defiendo el territorio porque quiero vivir a gusto ahí, sin que nadie me moleste. Si no lo defendemos, pueden venir personas a quitárnoslo, a sacarnos… ¿y nosotros dónde vamos a vivir?” — Bertha

“Todavía tengo un poco de esperanza en las autoridades, en que me ayuden o hagan algo para volver a mi casa, porque es muy triste estar lejos.” — Juana

“Desde que salí de mi rancho me mantengo enferma, y cada vez peor. Me siento triste, enojada y sin ganas. Yo nunca me siento bien. No estoy a gusto en ningún lugar, porque extraño mucho mi rancho.” — Julieta

“Siempre he pensado que si amas algo no lo maltratas. Lo cuidas, lo proteges y lo conservas. Así nace en mí la necesidad de cuidar el territorio.” — Catalina

Este libro es un llamado urgente a la memoria, al respeto y a la justicia. Una obra imprescindible para comprender las heridas abiertas del territorio chihuahuense y el papel fundamental de las mujeres indígenas en la defensa de la vida.

*La obra, fue publicada en el año 2023 con financiamiento del Gobierno del Estado de Chihuahua, la Secretaría de Cultura del Estado de Chihuahua, Culturas Populares Unidad Regional Chihuahua y Pacmyc Chihuahua.

Vía: Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Chihuahua.