Chihuahua, Chih.- La reciente propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en México, ha reavivado el debate sobre las condiciones laborales en el país. En estados como Chihuahua, con una economía fuertemente vinculada a la industria manufacturera y maquiladora, el impacto resulta interesante en la esfera no solamente productiva, sino social.
Chihuahua: industria y esfuerzo
Chihuahua es uno de los estados más extensos del país y un pilar del desarrollo industrial, especialmente en los municipios fronterizos como Ciudad Juárez. En las plantas de trabajo se emplean a miles de personas bajo esquemas de producción intensiva, muchos de ellos con jornadas cercanas al límite legal de 48 horas semanales, más horas extras.
En los municipios de Juárez y Chihuahua, el ámbito de las industrias manufactureras destaca como el de mayor impacto, pues representa el 41.6% y 24.7% de la actividad económica (Programa Estatal de Derechos Humanos 2024).
De acuerdo con datos del INEGI, Chihuahua es uno de los estados con mayor número de personas empleadas que laboran más de 45 horas semanales.
La jornada laboral en México
El debate actual tiene raíces que se remontan al siglo XX. La jornada laboral de ocho horas fue una conquista del movimiento obrero que se plasmó en la Constitución de 1917, una de las primeras en el mundo en reconocer derechos laborales. Posteriormente, la Ley Federal del Trabajo de 1931, y su versión actual de 1970, han sido instrumentos clave para regular las condiciones de trabajo.

Durante décadas, la jornada laboral de 48 horas semanales fue considerada un estándar aceptable. No fue sino hasta reformas recientes, en el siglo XXI, que se empezaron a revisar con mayor seriedad temas como el trabajo digno, la conciliación entre vida laboral y personal, y la salud mental de las y los trabajadores.
En este contexto, la reforma de 2012 introdujo cambios importantes como la definición de trabajo digno, de hostigamiento y acoso sexual, regulación del outsoursing, entre otros, por lo que la reducción de la jornada semanal a 40 horas, que ya ha sido adoptada en países como Colombia y Chile, se ha convertido en una de las reformas laborales más esperadas y polémicas.
La propuesta de las 40 horas: ¿avance social o riesgo económico?
La actual propuesta legislativa plantea modificar el artículo 123 constitucional para establecer un máximo de 40 horas laborales por semana, manteniendo el derecho a dos días de descanso. Esto significaría un avance considerable en materia de bienestar laboral, alineando a México con estándares internacionales.
No obstante, sectores empresariales, especialmente en Chihuahua han manifestado preocupaciones, se plantea que la medida podría representar un reto para las industrias. Del lado sindical y académico, sin embargo, se argumenta que la productividad no necesariamente se basa en la duración de la jornada, sino en la eficiencia y el bienestar de las personas trabajadoras.
Para establecer cómo se aplicaría la reducción, entre los próximos 02 de junio y 07 de julio, se desplegarán una serie de foros nacionales y mesas de diálogo para llegar a un consenso entre personas trabajadoras, sindicatos, representantes de empresas y la esfera académica.

Algunas de las propuestas son las siguientes:
- Seis días laborales con jornadas reducidas, por ejemplo, de 6 horas con 40 minutos.
- Semana laboral de cinco días con dos días de descanso obligatorio.
- Semana laboral de cuatro días, lo que conllevaría un descanso de tres días.
Chihuahua frente al reto del cambio
La discusión no es menor en un estado como Chihuahua, donde la presión del trabajo diario convive con altos índices de desigualdad y violencia. Implementar la jornada de 40 horas no solo sería un avance jurídico, sino también un mensaje social: que el tiempo de las y los trabajadores es valioso y que el desarrollo económico debe equilibrarse con el esfuerzo humano.