Centro de Reinserción para Adolescentes Infractores (Cersai) #1, Aquiles Serdán, Chihuahua.- La cancha de juegos está repleta, cuatro filas de jóvenes vestidos con uniformes naranjas escuchan las indicaciones del guardia de seguridad. Hoy, los visita personal de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), quieren saber cómo viven, cómo los tratan y en general cómo es su día a día dentro del centro.
Los varones de entre catorce y poco más de veinte años de edad, asienten a las instrucciones. De manera tranquila se dividen en grupos y se acomodan en unas sillas y mesas metálicas que rodean el patio. Entre cuchicheos y risas, esperan que les entreguen unos cuestionarios elaborados por la CEDH cuyo fin, es realizar un diagnóstico sobre su situación de internamiento. El personal va repartiendo plumas y lápices, auxilian varias trabajadoras y trabajadores sociales, psicólogos y maestros que trabajan en el lugar.
Sergio, un muchacho moreno de complexión robusta y cabello negro, se niega a coger el cuestionario, por lo que una integrante de la CEDH insiste jugando:
—Ándale no seas gacho, ayúdame a contestarla ¿sí? Es para conocer si los respetan y si se puede, por qué llegaron aquí, un poquito de su historia de vida.
—Es que no sé leer.
—Ay sí —responde en un acto reflejo y en tono juego. —¿De verdad?
Una trabajadora social interviene: —Sí, pues… tiene ciertas dificultades.
—Disculpa, si quieres ¿te ayudo?

Sergio, cuyo nombre real es distinto y se omite por respeto a su identidad, nunca fue a la escuela. Durante su infancia no conoció de cuadernos ni recreos, nunca lo inscribieron en preescolar, mucho menos en primaria, secundaria… Su historia de vida es sólo una muestra de cómo miles viven o vivieron una infancia poblada de sombras, abandonos y abusos; la mayoría de las veces, cometidos por sus familiares.
—Pues nunca me llevó mi mamá —agrega ante la pregunta de por qué nunca fue a la escuela.
—¿Y aquí te enseñan a leer y escribir, estudias?
—Sí, pero casi no me gusta. Me gusta el invernadero.
Dentro de las actividades del Cersai #1, los jóvenes internos tienen especial inclinación por el invernadero. En éste, comparte Sergio, puedes agarrar la tierra, escarbar y sembrar, se te pasa el día como si nada. Se imagina que cuando salga podría trabajar en un ranchito. No le gusta mucho la ciudad ni tampoco la maquiladora. Además, con sus aproximadamente dieciocho años de edad y escasa preparación académica y laboral, conseguir un empleo formal parece complicado.
En el estado de Chihuahua, el sistema de justicia para quienes tienen menos de dieciocho años se sostiene primordialmente en la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes, así como en otros ordenamientos que serán explicados en una posterior entrega del presente artículo.
Al conversar con quienes viven en el Cersai #1, se evidencia que requieren de un trato diferenciado, por su desarrollo biológico y emocional y, porque la mayoría, proviene de entornos vulnerables, colonias donde permea la violencia, donde el uso de drogas duras como el cristal y la heroína son accesibles desde temprana edad.
Sergio comenzó a fumar cristal cuando tenía unos diez u once años.
—¿Y quién te enseñó?
—Pues…
Luego de titubear un rato y de agachar la cabeza con un gesto tímido, Sergio comparte que fue su mamá quien le enseñó a fumar cristal. Ella consumía junto con su pareja y a veces, los tres pasaban muchas horas despiertos, debido a los estimulantes de la droga.
A simple vista parece cualquier muchacho. Si se le viera caminar por la calle nadie imaginaría el abandono, el analfabetismo y la adicción.Pero en su caso, como en el de muchos, el primer contacto con el Estado no fue a través de la escuela, ni de un centro de salud, sino de una patrulla.
Enfoque especializado y diferenciado
Historias como la de Sergio confirman lo que especialistas y personas defensoras de derechos humanos repiten: niñas, niños y adolescentes no pueden ser tratados como personas adultas. Por su edad, por su desarrollo psicosocial y por el contexto del que provienen, requieren un enfoque que rompa con el modelo punitivo y adultocéntrico.
El académico Miguel Cillero Bruñol lo plantea claramente: la niñez no es sólo una etapa para llegar a ser personas adultas, sino una forma de ser persona que debe ser reconocida y respetada (Malpica, s.f.).
Fotografía: Cersai#1, Erik Díaz Cordero, Archivo CEDH Chihuahua

Según datos del INEGI, niñas, niños y adolescentes de hasta 17 años de edad, representan el 28.1% de la población del país (INEGI, 2024) y aunque sus derechos están reconocidos en el papel, en la práctica aún falta mucho para garantizar su protección y sano desarrollo.
En 2022, ocho de cada diez adolescentes en centros de internamiento o bajo medidas de sanción habían consumido alguna sustancia en su vida, según datos de la misma institución. Sergio es uno de ellos.
Cuando se le pregunta por su proceso de rehabilitación, responde con una carcajada tímida. Dice que fue duro, que hubo medicamentos psiquiátricos, que la malilla (abstinencia) duele, en el cuerpo y en la mente.
En el estado de Chihuahua, la población de hasta 17 años de edad suma el 30.4% de la población total, según refiere el INEGI, una cantidad muy similar a la nacional. Con relación a las y los adolescentes que pueden ser sujetos a procedimientos penales destaca que:
Durante 2024, el Tribunal Especializado en Justicia para Adolescentes de Chihuahua registró 891 adolescentes imputados (es decir, que se les acusó de la probable comisión de un delito): 85 mujeres y 806 hombres. De ellos, 113 recibieron una sentencia condenatoria. El 97.2% son varones.
Estas cifras evidencian no solo un sector con necesidad de atención previa y posterior a la comisión del delito, sino la profunda desigualdad de género y contexto que marca el destino de muchas infancias.
En la segunda parte de esta entrega, se analizará cómo definen las leyes locales, nacionales e internacionales a una persona adolescente, qué sanciones pueden recibir y cuáles son los retos reales para una reinserción efectiva. Porque detrás de cada número, hay una historia como la de Sergio.
Vía: DH Noticias, Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihuahua
Referencias
INEGI. (2024). Estadísticas a propósito del día del niño y la niña. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2024/EAP_Nino24.pdf
Malpica, D. C. (s.f.). Dialnet. Obtenido de file:///C:/Users/CEDH.DESKTOP-6T0AN0R/Downloads/Dialnet-ConcepcionesDeNinoYNinaYDesarrolloInfantilQueSubya-3652281%20(1).pdf