“Miriam es extranjera, se percató de su embarazo cuando fue ingresada al Cereso. Su hijo estuvo viviendo con ella dura casi dos años, pero ahora esta bajo cuidado del DIF”
Chihuahua, Chih.- En el estado de Chihuahua existen dos Centros de Reinserción Social (Ceresos) que albergan mujeres. Entre las internas abundan diversas singularidades, algunas son migrantes, pertenecen a pueblos y comunidades indígenas, son analfabetas o profesionistas, adultas mayores… pero existe una característica recurrente: la mayoría son madres.
El 90% de las mujeres que se encontraban en reclusión durante el año 2023 confirmó ser madre, según un diagnóstico realizado por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihuahua, sin embargo, sobresale que el 45.3% no ve a sus hijas o hijos.
“Liz es una mujer indígena, se casó cuando apenas había cumplido los 13 años de edad. Es madre de un hijo y dos hijas a quienes no ha visto desde su ingreso debido a que residen en la Sierra Tarahumara”
Si ellas están en reclusión ¿Quién se encarga de cuidar a sus hijas o hijos?
Cuando las mujeres son ingresadas a los Ceresos, el cuidado económico y diario de su círculo cercano pasa a ser, por obvias a razones, responsabilidad de alguien más. El 84.14% de las entrevistadas por parte de la CEDH, aseguró que antes de ser recluida era jefa de hogar y tenía dependientes económicos. En cuanto a las tareas de cuidado compartieron:
“Las mujeres en reclusión experimentan angustia y desesperación de no poder estar presentes para las personas que cuidaban antes de ser detenidas“
El derecho a la maternidad es conservado por las mujeres privadas de la libertad (PL), según establece el artículo 10 de la Ley Nacional de Ejecución Penal
Hijas e hijos fuera del Cereso
“Las mujeres en reclusión perpetúan su rol de madres, permanece en ellas su deseo de seguir como responsables de la crianza de sus hijos e hijas, lo cual es para muchas de ellas el principal impulso para salir adelante”
Con sus madres inmersas en una situación penitenciaria, el mantenimiento del vínculo familiar se debilita y la ruptura de lazos de protección expone a NNA a situaciones de pobreza, marginalidad y abandono, pudiendo convertirse en víctimas de delitos o facilitar su involucramiento en actividades criminales. Además, presentan una expectativa de vida más baja que otras niñas y niños, y tienen de seis a siete veces más probabilidades de verse en situaciones de privación de su libertad, según expone la ComisionIDH en los informes: Violencia, Niñez y Crimen Organizado (2015) y Mujeres Privadas de la Libertad en las Américas (2023).
Hijas e hijos dentro del Cereso
En los dos Ceresos femeniles de Chihuahua, ubicados en los municipios de Ciudad Juárez y Aquiles Serdán, existen mujeres que viven su embarazo y crían a sus bebés, mientras cumplen su sentencia.
Ellas, conservan sus derechos relativos a la maternidad y lactancia, incluso la guardia y custodia, ya sea porque se encuentren embarazadas al momento de su detención o cuando inicien un embarazo durante su estancia en el centro penitenciario.
Las y los bebés de mujeres PL, pueden permanecer con ellas al interior de los centros de reclusión hasta los 3 años de edad, según especifica la Ley Nacional de Ejecución Penal.
Las mujeres PL con hijas o hijos habitando con ellas, duermen en un mismo cuarto. Allí hacen uso de camas más amplias (no son planchas de cemento como ocurre en las celdas de las otras áreas) y también tienen espacio para objetos personales.
Si bien se cuenta con cunas en ambos Ceresos, están ubicadas en las áreas de estancia infantil.
“Lucy vivió su embarazo en el centro penitenciario y compartió que es muy difícil lllevarlo a cabo, un bebé requiere siempre de cosas materiales para su cuidado como medicina, pañales, leche y demás. Al hablar sobre sus motivaciones para salir adelante, señala que ha reforzado su espiritualidad y meditar la ha convertido en una persona más madura, en comparación con la que ingresó hace 13 años. Pensar en sus hijas e hijos la mantiene fuerte”.
Los aditamentos requeridos para las y los bebés, o en su caso la fórmula láctea, son pagados por las mujeres PL. El 100% dijo que las apoyan sus familiares, aunque en el centro tienen ocasionalmente acceso a biberones y portabebés.
Perspectiva de género e interés superior de la niñez
Al pensar en personas privadas de la libertad, se piensa por lo general en seres humanos varones, de mediana edad, sin embargo como se comparte en el presente artículo, existen centros específicos para las mujeres que cumplen alguna sentencia penal. Y aunque su población es notoriamente menor en comparación con la de hombres (5.2% del total de personas privadas de la libertad en el estado), su proceso de reinserción debe adaptarse a sus necesidades psíquicas, físicas y propias de su sexo.
A la perspectiva de género se agrega también el interés superior de la niñez, es decir que, niñas y niños y sus posibles afectaciones deben ser un pilar para la toma de decisiones. Por ello, el Estado y las autoridades tienen la responsabilidad de tomarles en cuenta y de garantizar sus derechos humanos, mismos que perduran si se encuentran viviendo en los Ceresos con sus madres.
La CEDH reportó en su diagnóstico que al momento del estudio se encontraban 17 niñas y niños viviendo al interior de los Ceresos de la entidad.
DH Noticias
📷Fotografías: Ceresos femeniles del estado de Chihuahua, Sandra Manríquez Tam, Archivo CEDH Chihuahua.
Fuente: Diagnóstico sobre la Situación de las Mujeres en Centros Penitenciarios del Estado de Chihuahua 2023, Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Chihuahua.
