Chihuahua, Chih.— En un momento en que las fronteras de diferentes países viven una crisis humanitaria sin precedentes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha anunciado la elaboración de una guía práctica que busca transformar la manera en que se gestiona la migración internacional.
El documento pretende garantizar que las acciones en los cruces fronterizos, como los que atraviesan cientos de migrantes diariamente en el estado de Chihuahua, respeten los derechos fundamentales de quienes se encuentran en situación de movilidad humana.
El esfuerzo de la CIDH llega en un contexto especialmente delicado. En Chihuahua, frontera con Texas, miles de personas provenientes de Centro y Sudamérica, además de una creciente población de migrantes africanos y asiáticos, se enfrentan a condiciones climáticas extremas, escasa atención humanitaria y políticas migratorias cada vez más restrictivas. Albergues saturados, procesos de asilo inciertos y deportaciones expeditas son solo algunos de los desafíos que han convertido al estado en un punto crítico del fenómeno migratorio regional.
La guía que prepara la CIDH tiene como objetivo equilibrar las preocupaciones de seguridad nacional con la obligación internacional de proteger los derechos humanos. Según el organismo, se trata de una herramienta que ayudará a gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales a aplicar estándares interamericanos en zonas fronterizas, ya sean terrestres, marítimas o aeroportuarias, con un enfoque basado en la legalidad, la necesidad, la proporcionalidad y, sobre todo, la dignidad humana.
Como parte del proceso de elaboración, la Comisión hace un llamado abierto a instituciones nacionales de derechos humanos, organizaciones civiles, académicos y defensores de derechos humanos a compartir experiencias y buenas prácticas implementadas entre 2020 y 2024. Estas prácticas pueden abarcar desde la asistencia legal y humanitaria hasta mecanismos de recepción en frontera, identificación de personas con necesidades de protección internacional, y procesos de retorno, voluntario o forzoso, llevados a cabo respetando el marco legal internacional.
Para la CIDH, una “buena práctica” debe ser innovadora, tener resultados positivos comprobables y estar alineada con los estándares interamericanos en materia de movilidad humana. La recopilación de estas experiencias enriquecerá una guía que aspira a convertirse en un recurso clave para enfrentar los desafíos migratorios en toda América.
La información debe ser enviada por este enlace y el plazo de envío vence el 1 de junio de 2025.